Descripción
Las mascarillas faciales son un producto cosmético que se emplea de manera puntual para complementar de forma sencilla el ritual de belleza diario. Para que los beneficios que ostentan sean realmente efectivos hay que buscar la que más se adecue a cada tipo de piel y que contenga los activos necesarios que ayuden a mejorar la dermis facial.
Las mascarillas faciales ofrecen beneficios desde la primera aplicación en tan solo unos minutos, permitiendo purificar, hidratar o iluminar la zona. Estos efectos actúan tanto en pieles sensibles, como en pieles secas y deshidratas, o mixtas-grasas.
¿Para qué tipos de pieles existen mascarillas faciales?
Los beneficios para cada piel vienen determinados por los ingredientes activos de la mascarilla facial. La experta establece qué mascarilla habrá que utilizar dependiendo de las características de la dermis:
- Las pieles secas: deben utilizar una mascarilla hidratante.
- Las pieles acnéicas: para ellas está indicada una mascarilla purificante y calmante.
- Las pieles con rojeces: se benefician del uso de una mascarilla hidratante y calmante.
- Las pieles fotoenvejecidas: han de emplear una mascarilla con antioxidantes que iluminen e hidraten la piel.
- Las pieles con manchas: necesitan activos que unifiquen el tono de la piel.
Antes de aplicar la mascarilla, la piel debe estar completamente limpia. Lo ideal es utilizar agua tibia que ayude a abrir los poros, para eliminar de una primera pasada la mayor cantidad de suciedad acumulada, pero de forma suave sin irritar la piel.
Beneficios de las mascarillas faciales
Su función principal es limpiar de forma profunda nuestro rostro, eliminando las impurezas del rostro. Además de limpiar, exfolian la piel y eliminan las células muertas, por ello, son perfectas para las pieles grasas.